Titilar en el allá
Soñé que le decía a alguien: es que a mí me gusta cantar mira canto bien, nomás tengo que tomar clases. Sí, sí, me tumbaba el rollo. En el sueño hacía por convencerla de algo que ni yo tenía claro, sólo sabía, tenía una visión. En ese acceso al porvenir sabía que podía cantar aunque no comprobara. Desperté pensando que esa es mi conducta en la vida, titilo en el allá, no estoy aquí, hago camino que no voy a recorrer… ¡pero que ya conozco! ¿Se entiende esto como una fe que me tengo pero que al mismo tiempo no es mía porque a mí no me sirve? Me averguenza tener tanta entrada al futuro, como si estuviera prohibido, penado con graves consecuencias para el que deambula en los terrenos del mañana (y del ayer). Habemos gente que trabajamos ahí y nos trasladamos en el ferri de las ideas, casi que viajamos a la velocidad de la luz. Nos piden tanto vivir aquí y ahora. Agh, qué aburrido.
